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Reporte sobre la Feria de la Coca y Soberanía
Por: Silvia Rivera Cusicanqui
Data: 06/03/2006


Plaza Alonso de Mendoza, 18 al 23 de enero, 2006

El contexto político de la Feria

Esta Convocatoria a la Feria de la Coca y Soberanía. Industria, Akhulliku y Cultura, tuvo un carácter extraordinario, y no contó con más sostén económico que el que se recogió de donaciones y aportes voluntarios, así como de la autogestión de cada una de las personas y empresas participantes. Su carácter se enmarca en la visibilidad extraordinaria que tuvo el país, la coca y los movimientos sociales en pro de la soberanía, que atrajeron muchísimos visitantes y periodistas en ocasión de la asunción de Evo Morales a la presidencia de la república.

El espíritu de la feria es común a muchas otras iniciativas autogestionarias que combinan la exposición y venta de productos con la lucha pacífica por una agenda: soberanía alimentaria, promoción de productos nativos, celebración de la iniciativa y creatividad de productores y productoras de diversos bienes. En esta ocasión, a través de la venta de hoja de coca en estado natural y de los diversos productos elaborados a partir de esta planta, se pudo a la vez generar el sustento cotidiano de muchas familias y participar de los eventos nacionales, en los que la temática de la coca estuvo en primer plano.

La hoja de coca, al estar considerada como sustancia nociva para la salud según la Convención Única de Estupefacientes de 1961, suscita una mezcla de curiosidad y temor para una audiencia extranjera. Pocos de los visitantes de fuera de Bolivia sabían, por ejemplo, que la coca se puede convertir en harina y utilizar en panificación y repostería, así como en muchos otros productos culinarios (en la Feria se vendió desde pizza de coca hasta Cocapi o mazamorra de coca) de gran valor nutricional y energizante. En la sociedad contemporánea, en la que las transnacionales de los alimentos han conseguido encadenar a millones de seres humanos a una dieta chatarra, de alimentos sin vida, incapaces de proporcionar nutrición, energía natural y salud, los productos de la hoja de coca fueron bien acogidos por miles de personas, que hasta entonces desconocían otros usos de la hoja que no sea la de servir de materia prima a la cocaína.

Por esa razón, y porque la coca es un producto delicado, que conlleva un aura de misterio y de lo desconocido, en la feria se tuvo el cuidado de incluir tan sólo a aquellos Feriantes que, a lo largo de las ferias anteriores, supieron hacer no sólo negocios sino también política y acción cultural. Entre todas y todos, hicimos de la feria algo más que un espacio de comercialización y promoción de productos; la feria fue un escenario de compromiso con la lucha por la despenalización y el desarrollo de la hoja de coca en todos sus potenciales culturales, económicos e industriales. Así lo atestiguan las más de dos mil firmas que se recogieron a favor del pronunciamiento (LINK) de la Campaña Coca y Soberanía.

La Feria fue multifacético: se vendieron panes, galletas, kekes, refrescos, licores, libros, CDs, poleras, joyería artesanal, cosmética y afiches. Pero también hubo ocasión de compartir el debate intelectual, el akhulliku comunitario, el video. De un modo inesperado, en la Feria también pudimos disfrutar de dos obras de teatro. Todo ello en intensos 6 días, en los que soportamos lluvias intermitentes, solazos despiadados e incluso un penoso conflicto con nuestra principal auspiciadora, la Oficialía Mayor de Culturas del GMLP.

La inauguración

El 18 de enero llovía a cántaros, y para inaugurar la Feria, se celebró una ceremonia de luxta o waxt´a a las deidades de la Cordillera, en cuyo transcurso la lluvia se calmó. La celebración contó con conjuntos diversos, como los Sikuris de Italaque, la Comunidad Sagrada Hoja de Coca, el grupo Mauka Llajta y la Saya Afroboliviana. El Tambo Kirkincho, de larga tradición indígena, brindó un escenario majestuoso para el acto de inauguración, al que asistió un público tan numeroso que colmaba todos los balcones. En los discursos de apertura, tres representantes de la feria y dos de la exposición de arte hicieron breves alocuciones recalcando el significado del evento, y su ya larga vida, a partir de junio del año 2001, cuando tácitamente, en medio de la represión, los cocaleros de los Yungas diseñan la estrategia de defender el mercado legal de la hoja de coca, como sustento de un proyecto estatal soberano. Entonces, no se vislumbraba aún el cambio histórico que representó la transición democrática a un gobierno indígena y cocalero, pero hoy se confirma la validez inobjetable de esta lucha.

La Feria y la opinión pública

La afluencia de la prensa internacional fue muy intensa, no así la de la prensa nacional, que brilló por su ausencia. Esto quizás se deba a que todo asunto relacionado con la hoja de coca, en los periódicos bolivianos, corresponde a la sección Seguridad, que no puede meterse en cuestiones de desarrollo económico y cultural, en tanto que estas secciones tienen vetada la inclusión de noticias sobre la hoja de coca. ¡Qué paradójica esta inercia colonial de nuestra prensa! El canal 4, radio Qhana, Pachaqamasa y Pachamama, junto con varias otras radioemisoras locales, fueron la principal cobertura a nuestras actividades, y llegaron precisamente al público popular e indígena que más valora el trabajo de difusión y promoción que se realiza en la Feria. Pero la página web hizo lo suyo, y varios grupos y personas de los sectores medios e intelectuales de La Paz se contactaron con la Feria a través de este medio. Ya desde el año 2004, la página atrajo a delegados indígenas del Cauca colombiano y a empresas y grupos autogestionarios de cocaleros e industriales del Perú, que ahora también se hicieron presentes. Así, los comunarios del pueblo Nasa, vendieron el afamado refresco Coca-Sek, cuyo éxito fue tal que las últimas botellas tuvieron que rifarse. Pero ellos también trajeron un afiche que muestra su ya larga campaña de boicot contra la Coca Cola, bajo el lema “Porque amo la vida, no consumo Coca Cola”. Asimismo, las empresas Maná y Coca Sunqu del Perú ofertaron una variedad notable de productos ecológicos de muy buena calidad, así como materiales de campaña (almanaques, el sticker Coma Coca y muchos material informativo).

La adhesión de grupos musicales y de teatro, como Atajo, Rijchariy, Flor de Tani Tani y la Saya Afroboliviana –entre los primeros- y Warmi Pachamama y el Grupo Poético Inal Mama –entre los segundos- convocó a la juventud y amplió el eco de las consignas, las letras y los significados culturales de la hoja de coca, en un escenario auténticamente intercultural y pluralista.

En la Carpa de los Mil Colores (LINK), esta visión cándida y a la vez madura de la coca por parte de la gente joven se torna en un poderoso medio pedagógico frente a los prejuicios y la campaña insidiosa destinada a deslegitimar la sagrada planta de nuestros antepasados.

En cuanto a la visión de la prensa internacional. En su mayoría, se dedicó a aprovechar las imágenes sin comprometer la devolución de las mismas a los participantes de la Feria. La BBC, las televisiones estatales de Francia, España, Brasil, Argentina, México, Rusia, entre muchos otros, entrevistaron a reposteras, panificadores, cocaleros y cocaleras, artistas y artesanos, llevándose una lectura inédita y plural de los diversos usos, costumbres y significados que entraña esta planta tan estigmatizada y poco conocida en el mundo occidental. Pero en la medida en que no conocemos sus reportajes, no estamos seguros de que se usarán en el debido contexto. Solicitamos a los lectores en el exterior, que nos envíen periódicamente reportajes y comentarios que nos muestren la representación que se hizo de la Feria de la Coca y Soberanía la prensa de otros países.

La clausura

El día sábado 21 de enero, debido a un conflicto con la Oficialía Mayor de Culturas del GMLP, la Feria se vio privada de luz y conexión de sonido. El concierto de fin de feria, programado para el lunes subsiguiente, quedaba en entredicho. Pero pese a la confusión y el desconcierto generado por esta ruptura, el día domingo 22 la Feria manifestó todo su esplendor acogiendo a delegaciones de dentro y fuera de Bolivia, que habían llegado al país para el trascendental acto de posesión de Evo Morales. Estando a una cuadra de la Plaza de los Héroes, la Feria se convirtió en lugar de descanso y regocijo. Delegaciones de indígenas colombianos, de aymaras de la isla Taquile del Perú, cocaleros y cocaleras del hermano país, amigas de Brasil y la Argentina nos visitaron, rememorando, muchos de ellos, los anteriores encuentros de octubre del 2004 en El Alto y octubre del 2005 en La Paz.

Llegó el lunes, día de la clausura, y sin el auspicio de la Alcaldía, el concierto que debía realizarse en la Plaza de los Héroes se tuvo que trasladar de emergencia a la sede de la Feria, en la Alonso de Mendoza. Con letras a mano alzada de Efraín Ortuño y el trabajo de varios voluntarios, un enorme letrero fue colocado en la Plaza de los Héroes, para alertar al público sobre la nueva localización del evento. La ayuda de los lustrabotas de la Plaza, permitió la exhibición y protección del letrero hasta las 9 p.m., cuando nos fue devuelto por estos jóvenes. Así, la consigna Coca y Soberanía se exhibió en el humilde escenario lateral de la plaza de los Héroes, iluminado gracias al aporte voluntario de Luis Guaraní y su equipo. Así comenzó un acto inolvidable de cierre de la Feria. Tras el discurso de la hermana Jacinta Mamani, dirigente cocalera de La Asunta, que instó al público a seguir luchando por la despenalización de la hoja de coca, la vigorosa danza de la Saya Afroboliviana abrió el festejo. El Grupo Poético Inal Mama, un niño y una niña de corta edad, se explayaron en su visión de la problemática de la coca, desde una lectura propia, llena de esperanza y mensaje de soberanía. La fiesta culminó con el concierto Rijchariy y Atajo, dos grupos hermanos que se han sumado a la Campaña Coca y Soberanía desde el año 2003. Las hermanas del grupo Flor de Tani Tani, lamentablemente, se quedaron sin participar, por las limitaciones de tiempo del equipo de luces, pero han aceptado participar como conjunto estrella en el ciclo de Ferias que se iniciará el 3 de Marzo en El Alto.

Las fotos que irán saliendo a partir de la publicación de este reporte darán una idea más clara que mil palabras, sobre estas experiencias que vamos acumulando en la Campaña Coca y Soberanía, y que ahora compartimos con nuestros lectores. Espero que las disfruten, las reproduzcan e inviten a mucha gente a la próxima feria internacional, en octubre del 2006.

Silvia Rivera Cusicanqui
Co-organizadora